¡Qué poca vergüenza tienes ganefacilmente! ¡Deja de promocionar la Cuenta Premium para bajar videos porno!. El porno es la manifestación del más despreciable machismo: la prostitución de mujeres hecha espectáculo para depravados. Las mujeres son tratadas como seres inferiores al servicio de pervertidos que disfrutan humillándolas constantemente. Para ellos, estas mujeres son solo objetos sexuales, mercancía con la que lucrarse y darse de paso a su costa placer sexual. Multitud de mujeres y chicas jovencitas son las inocentes víctimas de una industria mundial perversa que gana al año millones dólares, euros, etc., a costa de vejarlas sin compasión, de despojarlas de su dignidad. Estos machistas sin corazón, se dedican a someter a estas mujeres y chicas jovencitas. Su excusa: el pretendido placer sexual que obtienen estas al practicar con ellos todo tipo de perversiones sexuales, algo que resulta muy difícil de creer, pura ficción, un verdadero engaño. A ninguna mujer le agrada ser vejada sexualmente, ninguna goza tanto como para desearlo. La mayoría de ellas ha llegado al porno por circunstancias personales muy dramáticas y/o ha sido manejada psicológicamente desde su infancia o juventud para que lo practique sin inhibiciones, para que se convierta en una esclava sexual de machistas viciosos, con las que ganar mucho dinero. La desigualdad con estas mujeres no es solo sexual, sino también económica. Ellas siempre ganan mucho menos dinero que los depravados que se encargan de humillarlas, siendo más denigrante para ellas sin cabe, si se tiene en cuenta el desigual grado de servilismo ante el “macho” a las que son sometidas por estos y por supuesto infinitamente menos que los directores y el equipo técnico de estas películas para ellas degradantes. Su vejación sexual no se comete únicamente sometiéndolas a prácticas frecuentemente inhumanas, sino también mediante la jerga machista. Estas pobres son etiquetadas como putas, zorras, etc. fomentando así el morbo sexual entre la panda de indeseables machistas adictos al porno, con el fin de que se sientan dominadas. Es tal el desprecio que sienten por ellas estos malditos machistas, que hasta para referirse a su órgano sexual y otras partes de su cuerpo emplean una jerga despectiva. Así, la vulva de estas mujeres y chicas jóvenes es designada morbosamente como el coño, el coñito, el chocho, el chochito, la almeja, la chirla, el higo, la panocha, etc. Sus pechos, son para ellos las tetas, las peritas, las domingas, los melones, etc. Su trasero, es designado como el culo, el camino, etc. El porno es una de las realidades sociales más miserables que padece la mujer. Es la manifestación más palpable de la posesión machista de las mujeres. Todas las prácticas sexuales que padecen estas mujeres y chicas jóvenes, están orientadas a humillarlas, a poseerlas sexualmente, a tomarlas cuando el macho quiere, a la corrupción sexual de su cuerpo femenino robándoles su dignidad de mujer, a dominar su voluntad, en definitiva a usarlas como a un objeto de placer inanimado. Para el machismo, estas personas solo son coños, tetas y culos de los que obtener egoístamente el máximo gozo sexual. La mujer no importa para nada, sus sentimientos no cuentan en absoluto. Da la espalda al porno, di no a su consumo. ¡No descargues ni visites porno en Internet !, ¡no alquiles, compres o prestes películas porno, ni revistas !. Haz que desaparezca para siempre. Dignifica a estas mujeres y jovencitas vejadas. LA MUJER MERECE EL MAXIMO AMOR Y RESPETO DEL HOMBRE.
¡Qué poca vergüenza tienes ganefacilmente! ¡Deja de promocionar la Cuenta Premium para bajar videos porno!.
ResponderEliminarEl porno es la manifestación del más despreciable machismo: la prostitución de mujeres hecha espectáculo para depravados.
Las mujeres son tratadas como seres inferiores al servicio de pervertidos que disfrutan humillándolas constantemente.
Para ellos, estas mujeres son solo objetos sexuales, mercancía con la que lucrarse y darse de paso a su costa placer sexual.
Multitud de mujeres y chicas jovencitas son las inocentes víctimas de una industria mundial perversa que gana al año millones dólares, euros, etc., a costa de vejarlas sin compasión, de despojarlas de su dignidad.
Estos machistas sin corazón, se dedican a someter a estas mujeres y chicas jovencitas. Su excusa: el pretendido placer sexual que obtienen estas al practicar con ellos todo tipo de perversiones sexuales, algo que resulta muy difícil de creer, pura ficción, un verdadero engaño.
A ninguna mujer le agrada ser vejada sexualmente, ninguna goza tanto como para desearlo.
La mayoría de ellas ha llegado al porno por circunstancias personales muy dramáticas y/o ha sido manejada psicológicamente desde su infancia o juventud para que lo practique sin inhibiciones, para que se convierta en una esclava sexual de machistas viciosos, con las que ganar mucho dinero.
La desigualdad con estas mujeres no es solo sexual, sino también económica.
Ellas siempre ganan mucho menos dinero que los depravados que se encargan de humillarlas, siendo más denigrante para ellas sin cabe, si se tiene en cuenta el desigual grado de servilismo ante el “macho” a las que son sometidas por estos y por supuesto infinitamente menos que los directores y el equipo técnico de estas películas para ellas degradantes.
Su vejación sexual no se comete únicamente sometiéndolas a prácticas frecuentemente inhumanas, sino también mediante la jerga machista. Estas pobres son etiquetadas como putas, zorras, etc. fomentando así el morbo sexual entre la panda de indeseables machistas adictos al porno, con el fin de que se sientan dominadas.
Es tal el desprecio que sienten por ellas estos malditos machistas, que hasta para referirse a su órgano sexual y otras partes de su cuerpo emplean una jerga despectiva. Así, la vulva de estas mujeres y chicas jóvenes es designada morbosamente como el coño, el coñito, el chocho, el chochito, la almeja, la chirla, el higo, la panocha, etc. Sus pechos, son para ellos las tetas, las peritas, las domingas, los melones, etc. Su trasero, es designado como el culo, el camino, etc.
El porno es una de las realidades sociales más miserables que padece la mujer. Es la manifestación más palpable de la posesión machista de las mujeres. Todas las prácticas sexuales que padecen estas mujeres y chicas jóvenes, están orientadas a humillarlas, a poseerlas sexualmente, a tomarlas cuando el macho quiere, a la corrupción sexual de su cuerpo femenino robándoles su dignidad de mujer, a dominar su voluntad, en definitiva a usarlas como a un objeto de placer inanimado.
Para el machismo, estas personas solo son coños, tetas y culos de los que obtener egoístamente el máximo gozo sexual. La mujer no importa para nada, sus sentimientos no cuentan en absoluto.
Da la espalda al porno, di no a su consumo.
¡No descargues ni visites porno en Internet !, ¡no alquiles, compres o prestes películas porno, ni revistas !. Haz que desaparezca para siempre.
Dignifica a estas mujeres y jovencitas vejadas.
LA MUJER MERECE EL MAXIMO AMOR Y RESPETO DEL HOMBRE.